Es indiscutible que el papel de un editor en la cadena de producción de un libro es de gran importancia. En sus manos está lograr que la obra publicada sea de calidad, que la gramática sea perfecta, que la tipografía sea agradable a la vista y que el libro aparezca en el mercado en el momento justo. ¡Ningún detalle se le puede escapar!
El editor puede ganar prestigio a lo largo de los años y su criterio puede ser definitivo a la hora de determinar qué título debe ver la luz y cuál debe desaparecer entre llamas. Al papel que juega el editor en este mundillo, y sus efectos, se puede aplicar la siguiente frase: “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”—como lo dijo Franklin D. Roosevelt en 1945, y lo repitió el Hombre Araña más de 50 años después— .
Como las tareas del editor se transforman en cada una de las etapas de la edición, nos aventuramos aquí a resumir una de las clasificaciones más conocidas de los diferentes tipos de editores, que se encuentra publicada en el Manual de edición literaria y no literaria. Si quieres saber qué tipo de editor eres dentro de esta gran «especie», puedes hacer el siguiente quizz:
Editor de adquisiciones o Director editorial
El editor de adquisiciones es un lector voraz (diarios, novelas, enciclopedias, diccionarios, revistas…). Tiene un espíritu sociable y muy buenas relaciones con autores, agentes, diseñadores y otros editores. Su mejor rasgo es la tenacidad, asume riesgos y es creativo y optimista. Organiza su día a día para cumplir con todas sus responsabilidades. Es muy organizado, lleva registro escrito de los avances alcanzados, de los que tiene pendientes y de las ideas a futuro.
Editor de contenido
El editor de contenido es sensible a la palabra escrita. Deja que el autor escriba y sabe que su ego está por debajo de él. Tiene un dominio de la gramática, ortografía y uso del lenguaje. Escucha al autor, lo lee y su sensibilidad le permite realizar cambios al manuscrito sin apartarse del estilo del autor.
Editor de proyecto o Coordinador editorial
El editor de proyecto o coordinador editorial posee una visión casi omnipotente de los procesos editoriales. Además de supervisar todas las etapas, solicita presupuestos, habla a diario con el autor y es capaz de llevar un calendario de trabajo riguroso. Conecta al editor de contenido con el corrector de estilo, el maquetador, la imprenta, todos dialogan con el objetivo de culminar el proceso con un nuevo título buen cuidado.
Editor de texto (Corrector de estilo o Corrector de pruebas)
El editor de texto lee lentamente sin saltarse letras o palabras y lee a solas. Tiene una especial atención en los detalles, es puntilloso, pero también paciente. Tiene habilidad para detectar errores e inconsistencias, fallas gramaticales y errores tipográficos. Diferencia errores de imprenta (EI) de errores de edición (EE) y sugiere la manera más óptima para corregirlos. Sabe comunicar sus sugerencias con tacto y no teme tomar decisiones.