El famoso agente del FBI en Expediente X, Fox Mudler, conocido en la vida real como David Duchovny (Nueva York, 1960), es un tipo inquieto a la hora de abordar sus metas creativas. “He hecho muchas cosas… y me gusta esa sensación de empezar de nuevo”, apunta en unas declaraciones concedidas a los medios de comunicación. Así que Duchovny ha vuelto a las pantallas con la famosa serie, “sacándola renovada de los años 90″. También, sigue inmerso en la tarea musical que inició el año pasado: presentará en el mes de mayo de este 2016, en Madrid y Barcelona, su disco Hell Or Highwater. Y además, acaba de destaparse como un fino narrador capaz de fusionar humor fresco y denuncia lucida. Es lo que se aprecia en su primera novela publicada, Holy Cow (Stela Maris), donde demuestra que trazar personajes con carisma no le es extraño, tal vez porque en su día, en la Universidad de Yale, supo sacarle jugo al Máster de Literatura Inglesa. A continuación, algunas de sus opiniones en torno a la creatividad, la «literatura fantasiosa», según sus palabras, y su novela, sobre la que ha indicado que le importa lo más mínimo que sea equiparada la emblemática Rebelión en la granja de George Orwell. «Es un honor, pero es ovbio que no son lo mismo».
–Usted ha hecho cosas muy diversas a lo largo de su vida y su carrera. ¿Con cuál se queda? Creo que he hecho muchas cosas en la vida, de manera que no tendría que elegir solo una. Me gusta la sensación de empezar de nuevo.
–¿Cómo surge la idea de escribir una novela? Surgió cuando estaba conduciendo… Me pasó por la cabeza: ‘si fuera una vaca, es probable que intentara ir a la India’. Así fue como empezó. Pensé que era una idea divertida y seguí con ella.
–Usted es un hombre con una gran formación académica. ¿Qué es lo que más valora de ello? La educación, si es buena, te enseña a pensar, de manera que nunca te aburres.
–¿Y todos tenemos una India? Sí, todos tenemos nuestra India, pero todos también tenemos que morir.
–Ha conseguido su propósito finalmente: ser escritor. Pero ¿por qué una vaca? El personaje principal es una vaca, sí, pero es, en realidad, una chica, y, como todos los animales de las fábulas, representa una determinado tipo de persona… En este caso, el de una chica que toma conciencia por primera vez del abandono y la muerte; el abandono por parte de su madre y, más adelante, la muerte de su madre y la suya. Cuando pienso en el libro, me doy cuenta de que Elsie es, en realidad, una chica que descubre que morirá y su primera respuesta es que quiere ser inmortal o adorada como un dios, algo imposible. Y que, después, sólo querrá tener una vida decente.
–Su novela esta inspirada en las fábulas que leyó de pequeño, estas incluyen una lección moral. ¿Ha pretendido con Holy Cow que nos cuestionemos temas como el vegeteriansmo o el cambio climático? No escribo para dar respuestas, escribo para plantear preguntas. Si hiciera proselitismo por la causa vegetariana o me dedicara a algo semejante, la obra no sería más que política o propaganda. De hecho, la propia vaca dice que observa un determinado sentido en el círculo de la vida y en los animales devorándose entre sí. En cuanto al cambio climático, no hay nada acerca de lo que estar a favor o en contra. Es un hecho. Si lo niegas, eres tonto, o algo peor.
–Se propuso escribir un divertido guión y el resultado ha sido una novela, la primera que ha publicado. Elegí una vaca, o un animal, entre las distintas ideas que podría haber escrito. Creo que el hecho de que eligiera escribir a través de unos ojos juveniles, debido a que la vaca es una chica joven y no una vaca, y también para unos ojos juveniles, me liberó de tener que escribir la gran novela estadounidense en mi primera incursión literaria. Así que, de algún modo, eso fue liberador, ya que me sentía en parte presionado por el hecho de sentarme a escribir finalmente una novela después de tantos años.
–¿Qué pasa con su poesía y esas novelas serias que una vez escribió y dejó guardadas en el cajón? ¿No se atreve con la literatura en serio? ¿Quién dice que una novela fantasiosa no pueda ser seria? ¿Quién dice qué es serio y qué no lo es? Tengo muchas más historias para contar. ¿Por qué ésta no resulta suficiente por ahora? No puedes hacer que una manzana sea una naranja ni que una vaca sea un águila. Ésta trata de una vaca. En la siguiente no salen animales. ¿Eso la hace mejor o más seria? No lo sé.
–Usted abandonó su doctorado en Literatura en la Universidad de Yale para convertirse, en primer lugar, en un modelo y luego en actor. Ha dicho en alguna ocasión que ha cambiado la realidad por la ficción con el fin de tomar sus emociones al límite… ¿Acaso es demasiado sensible en la vida real? Bueno…, creo que la diferencia entre una vida rutinaria y las maravillas del mundo no es más que una cuestión de grado. (Agradecimientos a la editorial Stela Maris).