En Capellades, un pueblo a 60 kilómetros de Barcelona, tendrá lugar PaperPaper, el primer mercado outlet –o feria o certámen, tanto da– en torno al mundo papelero artesanal.
Un fin de semana para apreciar durante unas horas el fascinante universo de «esta feliz e industriosa artesanía» que inventaron los chinos en 105 dC y que determina en muchos aspectos no sólo nuestra era sino también nuestra civilización. [Por cierto, el universo/industria del papel ya es harto sostenible y respeta cada día más los bosques; sobre todo, desde que los suecos, pioneros en tantas cosas, promulgaron una ley ¡en 1903! que obligaba “a plantar nuevos árboles después de cada tala”… y se obligaba a que dicha tala no fuera uniforme]. ¿Qué sería de nosotros sin el papel?, cabe preguntarse, seamos apocalípticos con el papel o estemos integrados en él.
Así que esta fiesta-mercado de Capellades puede resultar de lo más interesante para quienes asumen la filosofía del your self made editorial y desean sacar adelante sus publicaciones semiartesanales con un toque de distinción basado en el soporte, el el gramaje, la textura, el brillo, etc. Y, también, para captar ideas a partir de cómo lo hicieron, lo hacen y lo harán esos editores cuyo inconformismo les llevó, les lleva y les llevará a salirse de la industria tradicional y encontrar otras vías de innovación. I+D, por el momento; aunque algunas empresas de esta comarca ya se mueven perfectamente en el I+D+i.
Por tanto, convienen acercarse por PaperPaper para contemplar un amplísimo abanico de papeles hechos a mano, especiales, a medida, de gran formato, con fibras y colores muy variados, de distintas pastas, de curiosos materiales (por ejemplo: de papel germinado de amapola, rábano, mostaza, lombarda…), de papeles para objetos de regalos, etc.
Incluso, en la zona van más allá. Para los sibaritas que se atrevan a reponer fuerzas, un grupo de diecinueve restaurantes (www.arrospaperer.cat) les permitirá descubrir el llamado arroz de papel: una receta rescatada de los antiguos molinos que afloraron en la comarca en torno al 1700, los cuales se alimentaban de las aguas del río Anoia para trabajar la produción de papel.
Otra sugerencia –esta, destinada los artesanos potenciales– es apuntarse a un taller de gyotaku, técnica japonesa de estampación con goma de pez; las clases de gyotaku se les añade otra actividad: conocer/usar los peces del Mediterráneo.
¿Quiénes son los artífices de este evento de fin de semana? Hay que citar dos al menos, pero el sector en pleno ya está muy interesado por este evento cultural de fin de semana… por lo que tiene de alternativa futura:
1) De un lado, el Museu-Molí Paperer de Capellades, ejemplo claro de economuseología de 2.200 metros cuadrados que se autofinancia en un 60-70%. El museo fue inaugurado en 1961 para conservar la memoria y las técnicas de una industria artesana –»siempre vanguardista en su contexto histórico»– que vendía sus papeles al resto de España y a América. Nombres propios como Soteras, Guarro, Romeu, Serra, Romaní son parte del patrimonio cultural papelero. Porque ¿quién no ha oído hablar del papel Guarro, y más si ha tenido que hacer dibujo lineal? ¿Y a quiénes no les suena el papel de barba, el papel de fumar o el papel cebolla?
2) Por otro lado, otro artífice en esta pimerta edición es la editorial Gustavo Gili, muy activa en el mundo del diseño gráfico y digital… y por supuesto en el de las artes gráficas. Basta hojear/ojear su catálogo. O buscar algún ejemplar de la serie de arte ‘Las Estampas del Cometa’, espléndida colección donde la fusión entre arte, papel e impresión es toda una maravilla protagonizada por artistas de la talla de Pablo Picasso (sus aguatintas de La Tauromaquia de José Delgado, alias Pepe Illo; o sus aguafuertes sobre El entierro del Conde Orgaz), de Joan Miró, Antonio Saura, Lucio Fontana, Modest Cuixart, Antoni Tàpies, etc. La editorial pone a la venta en el mercado outlet los remanentes de papel utilizados en la edición de obra gráfica de ‘Las Estampas de la Cometa’. ¡Hay que palpar, como mínimo, la textura de estos papeles con historia!
Para editores con espíritu creativo y amantes de un soporte milenario y fascinante.