El fenómeno lingüístico de los archisílabos, tan extendido en nuestros próceres y mindundis de los medios de comunicación que se consideran importantes, inunda el idioma. Son muchos los hablantes, catetos de postín, que disparan palabros a troche y moche del estilo… manipulativo, individualizadamente, medicalizarnos, incrementación, vertiginosidad y otras perlas; para demostrar, tal vez, que en la generosa extensión del término radica su importancia y a la vez de quien lo emite. Ay, la tontería…
Por ello convendría seguir al catedrático de filosofía Aurelio Arteta quién, en una serie de artículos, publicados de tanto en tanto en El País, ha dado –da y dará– justa noticia de cómo abusamos sin contemplaciones de la lengua española.