“Hay pocas editoriales que respondan a un perfil pluridisciplinario, pero nosotros lo tratamos casi todo,
editamos aquello que nos gusta”
por XISCA FLORIT SANS
Más allá de las grandes editoriales, alguna editorial pequeña se abre paso en el sector. Este es el caso de Arrela, una microeditorial y una de las pocas que existen en Menorca. Ariadna Ferrer y Guiem Alfocea, isleños, lectores, amantes de la cultura y sus editores y propietarios, nos cuentan qué comporta sacar adelante una editorial en la isla.
Lo que los define, sin embargo, son sus trayectorias variadas. Guiem Alfocea, original de Menorca, tiene una trayectoria profesional ligada a la naturaleza –es forestal y naturalista empedernido– y al trabajo social, a través de aulas externas y talleres ocupacionales; y también está vinculado con el mundo cultural, pues escribe poesía y ha participado en diversas publicaciones colectivas. Ariadna Ferrer, catalana de nacimiento, es licenciada en filosofía, pero siempre ha trabajado en el mundo del periodismo y la comunicación, aplicados a muchos ámbitos diferentes, entre ellos al cultural. No fue hasta que los dos se quedaron en paro, que decidieron llevar a cabo el proyecto editorial con el que habían soñado desde hacía años, el cual se ha iniciado con mucho éxito en Menorca. Pues tal y como afirma Guiem: “Juntos, tenemos una serie de fortalezas para hacerlo».
¿Cuándo se fundó la editorial? Empezamos porque editábamos un calendario personalizado de las islas en el que incorporábamos las fiestas locales de cada una. Profesionalmente, comenzamos a hacer funcionar la editorial en el mes de septiembre de 2013. En aquel momento no éramos conscientes, sino que empezamos a funcionar y ya está, pero poco a poco vimos que lo que nosotros hacíamos se ajustaba al fenómeno de las microeditoriales. Y, de pronto, te das cuenta de que respondes a este perfil.
¿Fue difícil sacarla adelante? Está siendo difícil, muy difícil.
¿Pensáis que es una ventaja o un inconveniente tenerla aquí, en Menorca, viendo cómo está el panorama editorial actual? En algún sentido está siendo ventajoso tenerla aquí, porque no hay ninguna o muy pocas. Hay mucha gente que ha editado, pero no existen editoriales. Nosotros hemos creado una que en parte tiene voluntad de editorial menorquina, pero publicando libros que puedan ser válidos para Lleida, por ejemplo. Es una editorial normal que publica preferentemente autores locales, pero que perfectamente puede lanzar escritores no locales. No nos dirigimos solo a un público menorquín sino, como en el caso de nuestro último libro, L’alè de les cendres, de Maite Salord, a un público que puedes encontrar en cualquier librería de Barcelona, por ejemplo.
¿De dónde sale el nombre de Arrela? De arrel, arrelar, que significa raíz y enraizar en castellano. Viene de un proyecto que ya teníamos. Queríamos hacer una revista de agricultura ecológica en el ámbito de las Baleares y era uno de los nombres que habíamos pensado. Años después, al plantearnos un nombre para la editorial, este nos gustaba porque tenía varios sentidos: enraizar al territorio, a la cultura, a la lengua, al proyecto y a los libros. Nos sentimos a gusto con el nombre.
¿Publicáis sólo autores locales o también no locales? Si un autor peninsular os presenta un manuscrito que os interesa, ¿lo publicáis? Sí, lo valoramos. Se tiene que valorar si el escrito es bueno y si tiene salida profesional. Pero es cierto que, como editorial menorquina, es más fácil que vengan autores menorquines o autores que tienen relación con Menorca. Eso es lo fácil e inmediato; además, nosotros también nos relacionamos más con autores de aquí: Pere Gomila, Maite Salord, etc. Pero no tenemos un perfil concreto como editorial; sí que tenemos la voluntad de potenciar los autores de Menorca, pero no es una idea preconcebida, sino que ocurre de manera natural.
¿Solamente publicáis en catalán? Sí, siempre, siempre.
¿Hacéis traducciones? Sí que hacemos, pero siempre hacia el catalán. Nuestra lengua de publicación es el catalán. Entonces, puede tratarse de un autor extranjero traducido al catalán, pero en castellano no publicamos.
Para poner un ejemplo, si el libro de Maite Salord funciona muy bien y se plantea la posibilidad de publicarlo al castellano, ¿no lo publicaríais? En este caso sería otra editorial española quien lo haría. Nosotros le facilitaríamos el trabajo, pero no lo publicaríamos como Arrela. Sería la otra editorial la que tendría las herramientas para publicar en castellano y difundir bien el libro, ya que nuestro ámbito de actuación es el catalán. La lengua castellana tiene suficientes medios de difusión, hay muchas editoriales, entonces sería entrar en un ámbito y en un mercado que no hace falta. Aquí lo que más falta hace y donde hay más trabajo es en catalán; hay carencias y creemos que podemos aportar mucho más que en castellano.
¿Cómo os organizáis? Somos nosotros dos y lo hacemos todo excepto la autoría y aquellas tareas de las que se requiere un profesional: la corrección, la ilustración e impresión. Hacemos una primera corrección, pero siempre lo pasamos por un filólogo.
Entonces, ¿cuál sería el proceso editorial que se llevaría a cabo desde que os llega un manuscrito hasta su publicación? Leerlo, valorarlo y, luego, ya pasarlo a la edición. Organizamos las tareas y nos encargamos de editar, de maquetar, de la coordinación con las imprentas y de la distribución, pues distribuimos en las islas. Además, también hay mucho trabajo de comunicación.
¿No distribuís en la Península? Sí, a través de una distribuidora; además de en las Baleares, en Cataluña y a algunos territorios de la Comunidad Valenciana.
Veo que editáis libros de ficción y de no ficción… Sí, en principio, todo. De hecho, lo único que no contemplábamos al comenzar fue el teatro. Pensábamos en poesía, en narrativa, en ensayo, que es lo que ya tenemos o tendremos, en lanzar una colección infantil, etc. Es cierto que cualquier empresa necesita definirse, pero no queremos cerrarnos, sino que todo dependerá de si el proyecto reúne ciertas condiciones.
¿Y el encargo, los trabajos editoriales para otros? Bueno, nosotros ofrecemos servicios editoriales a personas o empresas que quieren publicar un libro; los ayudamos en la maquetación, en la coordinación con la imprenta, en la distribución, etc, pero no lo publicamos como Arrela.
¿Es difícil encontrar autores para publicar? No, en Menorca hay muchos escritores; además, algunos ya son nombres consolidados dentro de la literatura catalana: Maite Salord, Miquel Àngel Marí, Quintana, Joan Pons, Faner, Pere Gomila, Tumeu Truyol… Aquí, esto funciona bien: la tradición cultural a Menorca es muy potente.
¿En qué soporte publicáis? ¿Solamente en papel? De momento solo en papel. El ebook es un tema complejo que se tiene que valorar muchísimo.
Claro, y también está la piratería… También, pero más que eso, nosotros, como idea original, nos planteamos publicar en ebook, pero después vimos que hacía daño a las librerías pequeñas. Entonces, de momento, no lo hacemos, como mínimo de un libro que acabamos de publicar en papel. Eso no quiere decir que dentro de dos años, cuando el libro haya hecho su recorrido, nos planteemos la posibilidad de hacer un ebook sin preocuparnos por la piratería. Lo que sí que queremos hacer es lanzar un ebook de Versos per la llengua, del cual hemos publicado tres volúmenes (el de Menorca, el de Mallorca, y el de Ibiza y Formentera) y queremos editar una versión electrónica de los tres juntos. Pero, como hemos dicho, se trata de la defensa de la lengua, ya que como salida comercial no contemplamos editar en ebook.
Como curiosidad, ¿cuál es el tiraje medio de un libro vuestro? Eso es lo más complicado del mundo. Nosotros hemos intentado evitar la impresión en digital: lo hacemos en offset. En offset, los tirajes cortos, por debajo de 500, salen muy caros, pero lo hacemos así porque nuestra imprenta tiene dificultades para imprimir en digital y además edita en eco-edición. Es decir, la imprenta está certificada y, en el proceso, procura minimizar al máximo el impacto que sobre el medio ambiente tiene imprimir un libro. Por norma general, minimizan todo el proceso, las tintas son vegetales, el papel está certificado, pero es más caro, es una inversión.
En poesía, se hacen muchos menos tirajes, pero es sorprendente porque su público es fiel. Hicimos 350 ejemplares de Préstecs, 350 de Tumeu Truyol, y con Pere serán aproximadamente unos 500. De L’alè de les cendres hicimos 3.000 y L’últim estel a Angkor, 1.300. Se tiene que valorar cuántos se pueden vender, cuántos hay en stock y el coste que supone hacer una edición nueva.
¿Qué pensáis de las ferias de libros? Son muy útiles. Aún no hemos asistido a ferias como la de Frankfurt, porque trabajamos en catalán. Pero, por ejemplo, sí que intentamos participar en la semana del libro en catalán en Barcelona, la semana del libro en catalán en Palma, la diada del libro menorquín, y en ese sentido, creemos del todo en este tipo de ferias. Pero de la de Frankfurt no tenemos una opinión porque todavía no hemos llegado; de hecho, Maite Salord podría ser la única en llegar, pero eso son años de rodaje. Así que en las ferias cercanas sí que participamos activamente.
Los contactos y el intercambio de experiencias son muy valiosos, todos cooperamos mucho. Observas el trabajo de otros editores, conoces a gente y ves proyectos que no se suelen encontrar aquí… y esas ferias sirven para darlos a conocer. No vamos a vender libros, vamos a presentar nuestro trabajo y a conocer otros, contactar con otras editoriales, ver los precios… en este sentido es provechoso.
¿Qué tiene que tener una obra para que llame vuestra atención? Que literariamente sea sólida y eso es muy subjetivo. Nos han llegado propuestas que no se podían publicar, pero también propuestas muy atractivas que luego no significa que puedas editar, por el tema de la planificación, porque no hay más presupuesto o porque no tiene salida comercial a pesar de ser buena literatura. Nosotros estamos aquí para hacer cultura rentable, pero también propuestas que no lo son tanto. Eso no significa solo económicamente, sino que en algún sentido nos pueda aportar alguna cosa como editorial, sea económica o no. Es cierto que llega un punto en que se tiene que saber combinar lo económico con las obras menos comerciales.
Por ejemplo, L’alè, como manuscrito, independientemente de la autoría, era un publicable del todo, es buena literatura, pero fue la proyección pública de la autora la que nos empujó a tirar 3.000 ejemplares. A veces nos sentimos mal con este planteamiento, pero se tiene que saber combinar. Nosotros invertimos muchas horas y dinero y se tiene que equilibrar. Hay esas ganancias, no todo es económico, pero tarde o temprano tiene que llegar la economía para poder seguir. Si nos viene un manuscrito que no encaja o no tenemos presupuesto, no se publicará.
Si os llegase una obra totalmente comercial, pero nada literaria, ¿la publicaríais? Como Arrela no, si es un encargo, evidentemente que sí, pero como editorial no. Ni para compensar este equilibrio, porque jugaríamos a construir una cultura con la que no creemos.
¿Cómo definiríais la producción cultural y literaria menorquina? De altibajos. Es decir, la vemos productiva y de calidad, en general. Pero es inevitable relacionarla con la política ya que es inexistente y completamente perjudicial. Antes había una ayuda que proporcionaba el Consell y cada obra publicada en catalán tenía un apoyo económico de la Administración, pero ese apoyo se retiró.
En los últimos años, ha bajado el ritmo de producción, a pesar de que ahora se empieza a recuperar. Si una institución pública ya tiene dificultades, imagínate una privada o una pequeña editorial. Obras como las de Gumercind Gomila, Riera, etc, que son buena literatura, tienen que ser publicadas, aunque no sean comerciales. Por eso, para publicar ese tipo de libros, sí que hace falta la gestión pública. Si editas libros de público reducido y en un ámbito pequeño, es muy difícil. Pero alguien lo tiene que hacer.
La edición menorquina está mal, se ha publicado muy poco, la crisis ha hecho que la gente compre menos, los libros de folclore son muy difíciles de publicar… Se debería editar con normalidad, porque hay proyectos sostenibles, aunque no sean grandes éxitos. Si nadie hubiese publicado autores menorquines, ahora no habría autores menorquines que leer.
A nivel más personal, ¿qué autores o qué obras os han gustado más publicar? Todas nos han aportado. En todo caso, Préstecs i variacions, como contenido, tiene una serie de ingredientes que nos gustan mucho. Es una antología poética que incluye 51 textos de todo el mundo y de todas las épocas; además, el libro también tiene compromiso social. No obstante, nos implicamos tanto en cada libro… que de todos disfrutamos y aprendemos. A pesar de ello, el recorrido de Arrela es corto, llevamos siete libros publicados.
¿Habría algún autor a quien os gustaría editar? Hemos leído que nos gustaría publicar al catalán, no porque no se haya hecho, sino también porque ya se han agotado. Publicar ElPrincipito nos haría ilusión. Siempre lo hemos pensado: tendrían que ser obras que estuvieran agotadas o clásicos que quisiéramos reeditar. No hemos pensado en autores vivos concretos.
¿Qué pensáis que debe tener un editor para ser un buen editor? Le tiene que gustar su trabajo. Parece un tópico, pero o te gusta el trabajo o es difícil llevarlo a cabo. Sí, porque se trata de relacionarse con muchas personas y hacer múltiples tareas: con las librerías, la comunicación, la imprenta, etc. También te tiene que gustar leer, la comunicación…
¿Cuál ha sido la experiencia más agradable que habéis tenido en la edición? Ver que un libro ha salido bien, antes de venderlo. Encuadernar e imprimir es complicado y a veces hemos tenido disgustos. Imprimimos 900 ejemplares de Versos per la llengua y todo el tiraje estaba mal encuadernado. Estaban mal fresados y se descomponía todos. Por esto, cuando salen bien supone toda una satisfacción. Hay momentos… cuando la portada nos gusta, cuando hemos encontrado la tipografía adecuada, cuando tenemos una imprenta con la que nos entendemos… Entonces, acabar el libro es un conjunto de estos momentos. Además, una de las satisfacciones más grandes también ha sido publicar a Maite. No solo porque sea Maite, sino porque nos ha permitido llegar a Barcelona, participar a la semana del libro en catalán y salir por TV3.
¿Y la más desagradable? Esta que hemos comentado ya que tuvimos que retirar los ejemplares y otras que no han sido tan graves como para retirar el tiraje. A veces, añades errores propios cuando ves que te has dejado un punto o alguna coma. También cuesta que los marcos estén bien cortados, Préstecs i variacions tenía un precio, pero los ejemplares estaban mal cortados y tuvimos que cambiarle el coste, pedir disculpas al autor, etc.
¿Cómo es la relación entre un autor y un editor? Es diferente con cada autor, pero trabajamos en paralelo con él y siempre acaba siendo una relación personal. Una editorial pequeña está más dedicada al autor y se implica más. Normalmente hemos terminado traspasando la relación profesional, es inevitable, pero lo fundamental es que haya una buena relación. Nosotros tenemos muy claro que el autor es el autor; entonces, es una relación estrecha. Maite, por ejemplo, ha participado en la toma de decisiones, en la portada, etc.
A pesar de ello, hay gente con la que no podríamos trabajar. Para poner un ejemplo, cuando alguien te envía un manuscrito y por lo que sea no se lo puedes publicar. Agradecemos mucho que nos contesten los correos, ya que hemos hecho un esfuerzo leyéndonos su manuscrito y valorándolo y una vez les explicamos los motivos, si no nos contestan, difícilmente podremos trabajar con esa persona en un futuro. Es un detalle que para nosotros resulta muy importante.
¿Qué es el éxito para vosotros? Poder hacer aquello que te gusta. El éxito personal sería poder seguir con Arrela, para decir que hemos podido construir algo nuestro, que se sustenta económicamente y que gracias a ello podemos trabajar con lo que nos gusta.
¿Qué opináis de la recuperación de clásicos? ¿Veis factible reeditar autores literarios como Ramis i Ramis? Lo tenemos muy presente, pero hay la complicación de saber si han pasado suficientes años por el tema de derechos de autor. Eso es como lo de El Principito, el motivo por el cual publicamos es para poder aportar alguna cosa a aquello que ya esté hecho. No significa cambiar el original, tan solo que una obra esté descatalogada y no la puedas encontrar a librerías, reeditarla ya aporta alguna cosa. Publicar a un autor por el hecho de que sea comercial y tenga éxito económico no es el planteamiento. Evidentemente, tiene que ser viable y siempre se tiene que buscar cuál es el tema, por qué está agotado… En el caso de El Principito, se han hecho mil ediciones, pero no se han hecho en infantil, o desde las islas no se ha publicado nunca. También nos hemos planteado reeditar autores isleños que pensamos que tienen suficiente calidad como para darlos a conocer fuera de Menorca. Se trataría de aportar algo, y no lo descartamos, lo deseamos.
¿En qué libros estáis trabajando ahora mismo? ¿Cuándo saldrá el próximo? El de Pere Gomila,Geografies del vent. Son poemas hechos de diferentes geografías de Menorca que representan su infancia. También inauguraremos una colección de ensayo. Queremos hacer un libro en el que se reflexione sobre qué pasará con Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera si Cataluña se independiza. No se trata de posicionarse a favor o en contra de la independencia, sino en las consecuencias, en cómo nos afectaría. En él, invitaremos entre veinte o treinta autores. Es un hecho real y creemos que es necesario abrir el debate descaradamente. Hace mucho que queríamos hacer ensayo, y pensamos que el mejor tema para empezar era este. Esos dos proyectos son para Sant Jordi. En verano, sacaremos otra novela y cabe la posibilidad de que sea de una autora menorquina, pero aún falta atar cabos. Antes de Sant Joan, empezaremos con ediciones infantiles. Hay pocas editoriales que intenten responder a este perfil pluridisciplinario, normalmente se especializan en alguna cosa, pero nosotros lo hacemos casi todo, aquello que nos gusta: nos gusta la poesía, los cuentos infantiles y creemos en temas relacionados con las islas Baleares. Se pueden hacer muchas cosas que aún no están hechas. La ventaja de editar libros infantiles es que están resistiendo mejor la crisis del sector y, a pesar de que la gente compre menos libros que antes, todos los niños tienen su cuento. También haremos una traducción de una autora italiana y tenemos previsto editar un libro familiar de Josep Maria Ferrer-Arpí y los calendarios. Pero somos conscientes de que puede haber imprevistos por el medio.
MAITE SALORD, GRAN DESCUBRIMIENTO
Todo el mundo habla de vuestro último libro, L’alè de les cendres, ¿cuál es su valor? El valor es doble. Por un lado, porque Maite ha escrito la historia a partir de tres voces: narrador en tercera persona, narrador en primera persona a través de Dèlia, un personaje muerto, y la parte histórica. Por otro lado, es muy valiosa en el sentido de memoria histórica: cómo afectó a los isleños la Guerra Civil. El libro tiene una manera de explicarse que conecta con formas de pensar muy distintas, y con la historia personal de cada uno, independientemente del bando en el que participasen sus familiares. Establece una conexión con esta parte más íntima y hace reflexionar: ¿qué pasó en casa? ¿Y con mi familia? Además, literariamente es muy valioso, sobre todo por los monólogos de Dèlia –el personaje muerto que habla–. Maite ha recuperado este recurso literario y lo ha hecho con éxito. Esos monólogos son muy novedosos literariamente,la autora ha sabido reflejar muy bien el silencio del pensamiento. Finalmente, influye que el libro sea de Maite. Ella se avala sola, pero el libro también tiene que responder porque con un perfil político como el suyo –es la portavoz del grupo municipal del PSM-EN al ayuntamiento de Ciudadela–, hay mucha gente expectante de su trabajo para poder criticarlo.
¿Ha habido mucho trabajo de edición detrás de este libro? Sí, detrás de todos, en realidad. Ella ha hecho mucho trabajo de documentación para que el libro fuese históricamente fiel y también ha buscado asesoramiento profesional. Nosotros, como editores, hemos hecho el trabajo de edición, de corrección, etc. Y claro, tuvimos que tomar muchas decisiones: por ejemplo, representar los monólogos de Dèlia, que teóricamente debían ir en cursiva, pero consideramos que para tantas páginas sería muy pesado leer en cursiva y decidimos indicarlo con otra tipografía. También quisimos diferenciar tipográficamente los textos históricos del relato normal. Eso son pequeños detalles que tienes que tenerse en cuenta, además de otras complicaciones editoriales que supuse editar un libro a tres voces. Pero, con este libro, no hemos entrado en el contenido porque su trabajo estaba muy bien.
Con Préstecs i Variacions, en cambio, tuvimos que acompañar al autor, Jean Serra, durante su recorrido porque, a veces, los autores están muy pendientes de seguir creando el libro y por ejemplo encontramos errores de documentación, datos que no concordaban, etc, pero suelen tratarse de cosas puntuales y no de creación.
CATÁLOGO ARRELA CATÁLOGO ARRELA CATÁLOGO ARRELA
CATÁLOGO ARRELA CATÁLOGO ARRELA CATÁLOGO ARRELA
título | autor | año publi. | descripción |
Versos per la llengua |
Cinquanta-una veus poètiques de Menorca | Abr. 2013 | Es un libro colectivo que recoge obra de 51 autores de Menorca. Un poemario que incorpora diversos estilos y propuestas poéticas, por la defensa del catalán. |
Versos per la llengua |
Trenta-cinc veus poètiques d’Eivissa i Formentera | Dic. 2013 | Como el anterior, también es un poemario, pero con autores de Ibiza y Formentera. Acoge a 35 poetas. |
Versos per la llengua |
Noranta-tres veus poètiques de Mallorca | Abr. 2014 | Nada menos que la presencia de 93 voces del mundo literario mallorquín. Todos ellos escritos también a favor de la defensa del catalán. |
Llibre d’amorg | Tumeu Truyol | Jun. 2014 | Es un poemario de amor y desamor que reflexiona sobre la ganancia y la pérdida de un sentimiento. Sus versos son impulsados por una anormalidad lingüística cada vez mayor y se caracteriza por la carga erótica que tienen muchos de sus poemas y la expresión desinhibida e intensa, pero a su vez delicada y sutil. |
El primer estel del capvespre a Angkor | Josep M. Ferrer-Arpí | Jun. 2014 | Recoge una suma de experiencias personales del autor en cada uno de sus viajes. Se trata el tema de cómo el viaje físico transforma el plano personal. Permite al autor reflexionar sobre la naturaleza humana, la organización social, la historia, el arte, el amor, la muerte y la propia identidad. El libro reúne 40 destinos, que se convierten en 40 caminos a través de los cuales Ferrer-Arpí relaciona con la aventura de vivir. |
Préstecs i Variacions | Jean Serra | Jun. 2014 | En el volumen recoge una muestra de textos poéticos de 51 autores de la literatura universal de todos los tiempos. En su traslación al catalán, se busca recrear el espíritu del poema original a la vez que la máxima aclimatación al catalán. El volumen contiene una nota biográfica que sitúa a cada autor en su época y circunstancia vital. |
L’alè de les cendres | Maite Salord | Ago. 2014 | Combina tres planos (narrativo, histórico y poético) para contar la historia colectiva marcada por los trágicos hechos vividos durante la Guerra Civil. |